Este mobiliario mantiene la función principal por la que fue creado: convertirse en pequeños lugares donde sentarse. Pero no por ello, dejan de ser prácticos y decorativos. Se convierten así en un recurso idóneo para cualquier tipo de habitáculo. Su capacidad de adaptación es máxima.
Hay modelos que, siendo de patas bajas y acolchadas, como los modelos de banquetas Cracovia e Islandia, se convierten en una primera opción donde colocar, encima, aquellos enseres comunes de una sala, como cualquier manta necesaria de tener a mano en tiempos de frío.
También pueden servirnos como reposapiés para colocar la prensa encima o como lugar donde realizar una pequeña parada en un momento que podríamos dedicar a la reflexión personal.
Tanto pufs, banquetas como mesas pequeñas tienen el tamaño ideal para ser disfrutados en cualquier estancia, independientemente de su tamaño. No necesitará situarlo en un lugar fijo, como puede ocurrir con grandes mesas o armarios, sino que son mucho más versátiles.